martes, 9 de junio de 2015




La generación Ni-Ni

En España se denomina generación Ni-Ni a un grupo de personas jóvenes, entre dieciocho y treinta y cinco años a los que les gusta la buena vida, pero sin trabajar, viviendo de sus padres. El nombre alude a que Ni estudian, Ni trabajan”.

Este fenómeno alcanza en España a más de 700.000 personas; en los países anglosajones se denomina “Neet”, es decir: “not in employment, education or training” (ni trabaja, ni estudia ni recibe formación”) e incluye a personas entre 16 y 18 años; por su parte, en Japón se llama “Freeters” y la clasificación abarca a personas comprendidas entre 15 y 34 años.

Hay dos perfiles de personas dentro de la generación NI-Ni: un grupo se refiere a  aquellos que poseen títulos universitarios, incluso másteres y dominan a la perfección la segunda lengua obligatoria y tienen grandes ilusiones de poder encontrar un trabajo; para ello se pasan días enteros echando currículum con la esperanza de que alguien les contrate. Pero, por desgracia, en nuestros tiempos, por culpa de la crisis, estas personas jóvenes bien preparadas no encuentran trabajo y al final se desesperan, no tienen ganas de hacer nada y están traumatizados. 

Además, hay un segundo grupo dentro de los Ni-Ni formado por chicos jóvenes que no quieren estudiar, solamente desean irse de fiesta por las noches, levantarse a la hora que les apetece, no colaborar en las tareas de casa ni aportar  dinero; sólo les gusta estar en el sofá viendo la televisión y jugar a los videojuegos. Muchos de ellos, desgraciadamente se meten en temas de droga y alcohol que les provoca adicciones difíciles de superar.

Mi opinión respecto a este tema es que los chicos  adolescentes deben tener responsabilidades en la vida, adecuadas a su edad, para aprender a valorar lo que cuesta obtener las cosas, sin tener que depender toda su vida de sus padres, porque, tarde o temprano, tendrán que empezar a trabajar y saber lo que cuesta ganar dinero para poder comer y tener un hogar. En este sentido, creo que en algunos estos casos, esos jóvenes cuando eran unos niños, no han sido educados por sus padres en estos valores, les han consentido sus malos comportamientos, les han dado muchos caprichos y no han sabido decirles que “no”, por lo que les han malcriado, probablemente sin querer. Esto con los años, les ha pasado factura, los jóvenes cuando quieren algo y no lo obtienen, se ponen agresivos, les gritan y en algunos casos extremos, incluso les pegan. Algunos padres como están tan desesperados por la evolución de sus hijos, escriben a “Hermano Mayor” (programa de televisión de Cuatro) para poder cambiar el comportamiento de sus hijos.

También creo que el Estado debería fomentar entre las empresas la contratación de personas jóvenes, sobre todo las que están muy bien preparadas, ofreciéndoles beneficios económicos o descuentos en los impuestos que tienen que pagar.    



La generación Ni-Ni
Se denomina generación Ni-Ni a un grupo de personas jóvenes entre dieciocho y treinta y cinco años (en España) a los que les gusta la buena vida, vivir de sus padres. Se llama así porque significa, “Ni estudia, Ni trabaja”.
Este fenómeno se da en España, con un número de 700.000 personas, en los países anglosajones como Inglaterra se denomina “Neet” que es: “not in employment, education or training”,  significa ni trabaja, ni estudia ni recibe formación” y a abarca a personas entre 16 y 18 años, y en Japón se llama “Freeters” y la clasificación abarca a las personas que tienen entre 15 y 34 años.
Hay dos perfiles de personas dentro de la generación NI-Ni: un grupo pertenece a aquellas personas que tiene títulos universitarios, masters y dominan a la perfección la segunda lengua obligatoria y tienen grandes ilusiones de poder encontrar un trabajo, para ello se pasan días enteros echando curriculum con la esperanza de que alguien les contrate. Pero por desgracia no se da esa ocasión, por la culpa de la crisis y de la política, estas personas jóvenes bien preparadas no encuentran trabajo y al final se desesperan, no tienen ganas de hacer nada y están traumatizados.
Además hay otro grupo en el que los chiscos jóvenes, no quieren estudiar, solamente desean irse de fiesta por las noches, levantarse a la hora que les apetezca, no colaborar en las tareas de casa ni tampoco aportan dinero, les gusta estar en el sofá viendo la televisión y jugar a los videojuegos (suponiendo que lo tuvieran). Muchas de estas personas, desgraciadamente para ellos se meten en los temas de la droga y el alcohol que les proboca adicciones difíciles de superar.
Mi opinión respecto a este tema es que, los chicos/as  adolescentes (apartir de mi edad) deben de empezar a tener responsabilidades en la vida porque, tarde o pronto se darán cuenta que sus padres están hasta una edad determinada, pero luego, ¿Quién va a ser el que les mantenga?, tendrán que empezar a trabajar y saber lo que cuesta ganarse el dinero para poder comer y tener un hogar donde tú puedas alojarte. También yo creo que el Estado debería a la hora de ofrecer empleos, contratar aquellas personas jóvenes que están muy bien preparadas, en vez de gente que tengan una edad entre 40-50 años. Otra opinión que puedo aportar es que en algunos casos aquellos jóvenes que no quieren estudiar y vivir del sueldo de sus padres, yo creo que anteriormente cuando estos chicos eran unos niños, sus padres no les educaban correctamente, les consentían todos los comportamiento que eran erróneos, pedían muchos caprichos y sus padres no han querido decir que “no” y les han malcriado probablemente sin querer. Esto con los años, les ha pasado factura, los jóvenes cuando quieren algo y lo tienen que pagar sus padres porque ellos no ganan dinero, estos cuando les dicen que no o bien porque es muy caro o bien porque no les apetece, empiezan a gritarles y en algunos casos extremos les pegan. Algunos padres como están tan desesperados por la evolución de sus hijos, escriben a “Hermano Mayor” (programa de televisión de cuatro) para poder cambiar el comportamiento de sus hijos.

sábado, 6 de diciembre de 2014



Carta al Director


                                                  Santander, 10 de diciembre de 2014


Estimado Señor Director:

Soy un joven de quince años, estudiante del Instinto de Enseñanza Secundaria Las Llamas de Santander y me dirijo a usted para hacer pública la falta de profesores sustitutos en mi centro.

Al principio de curso, la profesora de Física y Química se jubiló, poco después, de manera inesperada, la de Inglés tuvo una baja médica y la de matemáticas una baja maternal. 
Esto hace que tres de los docentes de las asignaturas más importantes del curso no hayan comenzado siquiera a dar clase.

Estamos a diez de diciembre, la primera evaluación se está acercando y ¿de que nos vamos a evaluar si no hemos tenido clase salvo alguna impartida por algún profesor de guardia?

Sé que España está sufriendo una severa crisis económica, pero si quitan impuestos a aquellas personas que trabajan, ¿adónde van esos impuestos si cuando necesitamos un profesor/a no le podemos tener en el momento adecuado? 

Yo soy un chico de quince años y aun no pago impuestos, pero pienso que estos deben ser invertidos principalmente en la educación y la sanidad públicas, en mi opinión, los dos sectores que deben ser dotados con mayores presupuestos para el desarrollo de una sociedad más justa. 

En conclusión, solicito que sean cubiertas las citadas plazas vacantes de profesores del Instituto Las Llamas, a la mayor brevedad posible y que ningún otro centro educativo de Cantabria sufra una situación como ésta, por el bien de su alumnado.

Agradeciendo de antemano su atención, reciba un cordial saludo.

Samuel Ramírez Santamaría

DNI XX.XXX.XXX-M


domingo, 28 de septiembre de 2014

Autorretrato Lingüístico:
por Samuel Ramírez
Al comienzo de mi vida, tenía dificultades cuando tenía que pronunciar la "R",  yo la pronunciaba como "L". Por ejemplo: cuando quería decir "voy a sacar al perro" decía: "voy a sacal al pelo"o cuando quería decir: "que hora es" decía: "que hola es". Con el paso del tiempo y con la ayuda de algún profesor superé esta dificultad a lo largo del curso de tercero de primaria.

También he tenido dificultades al pronunciar las letras "C", "F" y "Z". Cuando quería decir "cinco" decía "finco" de "semáforo" decía "semazoro" y cuando quería decir "zorro" de animal decía "forro" el de forrar los libros.

El primer contacto que tuve con el Inglés fue en segundo de primaria, en general con los idiomas fui y soy un patoso y en mi colegio entre que yo era un vago por aquel entonces, no ponía interés a la hora de estudiar y que tuve profesoras malas, pues lo llevé muy mal.
Yo a la hora de estudiar un segundo idioma tenía mas facilidad de estudiar la gramática que el vocabulario: la gramática me era mas fácil de comprender, era más de saberte la teoría y aplicarla a la hora de hablar o de escribir, en cambio con el vocabulario siempre fui un torpe porque era de sentarme en una silla e ir aprendiéndolo poco a poco. 

Yo no soy capaz de estar sentado en una silla más de dos horas aprendiéndome el vocabulario de Inglés o de la teoría de Lengua. Yo soy más de práctica, me gusta hacer ejercicios de Matemáticas de Física de Lengua la gramática o montar un circuito en Tecnología, no de aprenderme la teoría de cada asignatura, aunque lo lógico es que antes de ponerte a la práctica debes de saber el por qué de las cosas.

En primero de la ESO escogí un tercer idioma, el Francés, que tampoco me ha resultado fácil pero lo superé con la ayuda de los profesores de particular.

Con el paso del tiempo, veo que en las universidades no te dan el titulo de la carrera si no has estudiado previamente un nivel de ingles mínimo. Ahora tendré que esforzarme más con la lengua universal y no tendré dificultad, y si la tengo será menor a la hora de estudiar un Ingles muy superior al de la actualidad.